Capítulo 1 - El Restaurante (4º Día)

¡Notaba como caían los cristales sobre mi espalda! Estaba agachado tras un sofá de color oscuro, del que iban saltando grandes plumas cada vez que recibía uno de los disparos que iban en mi busca. Notaba el empuje del sofá en cada uno de los impactos como si fuese incapaz de detener esos pequeños proyectiles. Empezaba a sentirme acorralado y comencé a buscar una salida por el restaurante. A mi derecha había unos 20 metros hasta una puerta de cristal que estaba aparentemente cerrada, no era una buena opción, eran 20 metros de tiro al blanco del que no quería ser protagonista y luego esperando que se pudiera abrir al llegar hasta ella. A mi izquierda había únicamente 10 metros, pero lleno de sillas y mesas tiradas por el suelo después de toda la estampida anterior. Era difícil imaginar que llegaría hasta la salida sin caer al suelo o tener que detenerme...
Todo ocurrió muy rápido, apenas tuve tiempo ni de coger la bolsa de plástico con el dinero del restaurante.

- "Será algo sencillo y rápido". - pensé mientras detenía el coche junto a la carretera.

Tampoco tenía mucho tiempo, la poli seguramente me seguía de cerca pero necesitaba conseguir algo de dinero fácil. Entré en el restaurante, era estrecho pero largo, a mi derecha quedaba la barra del bar que desde la entrada hasta el final habría unos 40 metros y con 5 camareros en su interior. Al final de la barra una sala grande, en donde me encontraba ahora entre los silbidos de las balas, con el comedor. Me acerqué sin dudarlo a la caja del restaurante, suponiendo que habría más dinero que en la del bar. Sin querer llamar la atención les mostré el cañón de la 9mm que llevaba bajo la gabardina y les susurré que metieran el dinero de la caja en una bolsa de plástico negra. Mientras colocaban el dinero, me gire levemente para observar que la gente no se había percatado de lo que sucedía. Seis mesas estaban ocupadas, de las cuales cinco seguían comiendo, pero la familia más cercana a una de las puertas se apresuraba a levantarse y salir del restaurante. Supongo que la larga gabardina negra y desgastada había invertido el efecto de intentar pasar desapercibido. Era una gabardina vieja con síntomas de haber vivido muchas experiencias y por su aspecto no parecía que hubieran sido muy agradables. Tenia marcas de roces en los codos, hombros y algún que otro pequeño corte, todo esto unido a este color grisáceo debido al desgaste daba la impresión que la acababa de recoger del container de la esquina. Me volví hacía el chico que estaba acabando de poner el dinero en la bolsa, ésta si que era negra, a pesar de la situación estaba tranquilo y eso me gustaba, era señal de que nadie notaría nada raro, creo que se alegraba de que robara el restaurante. Parecía no encontrarse muy a gusto en aquel lugar y seguro que en aquel mismo instante estaban pasando por sus manos más dinero del que ganaría en tres meses. El brazo de aquel chico se detuvo en seco. Alcé la vista y vi como fijaba la mirada en la puerta de entrada que quedaba a mi espalda, tras unos segundos de pausa volvió a prestar atención a los billetes. Giré la cabeza unos 90º a mi izquierda y pude ver como una pareja de policías se sentaba en la mesa que hacia un minuto aquella familia había dejado libre al huir del restaurante. Di un paso lateral a mi izquierda para tapar la visión que los polis podrían tener del cajero. La cosa se había puesto fea pero aún podría salir sin levantar sospechas y tener el tiempo suficiente para alcanzar mi coche.

"Es suficiente". - le dije al chico de caja.

Cuando me di la vuelta, la suerte se me había acabado. Pude ver como uno de los polis se encontraba fuera del restaurante hablando con la familia que anteriormente ocupaba la mesa. Giraron sus cabezas para mirarme y nuestras miradas se encontraron. Entonces sí que la situación empezaba a ser crítica. En dos segundos analicé la situación para decidir que debía hacer...

Teniendo en cuenta donde me encuentro en estos momentos, no parece que escogiera la mejor opción. Fue un error desenfundar el arma, aún sin tener la intención de utilizarla, pues hizo que los dos polis entraran rápidamente con el arma en mano y dándome el alto. ¿Que como llegué detrás del sofá? No importa mucho, un golpe con una mesa, una caída en plancha... el resultado, un fuerte golpe en las costillas y este sofá. Tengo a uno de los policías localizado detrás de la barra pero me preocupa no saber donde esta su compañero, estiro el cuello para intentar ver tras las sillas y mesas que hay tiradas en el suelo pero no puedo ver a nadie. El Bar se ha quedado vacío y el murmullo típico de estos lugares se ha convertido en un silencio sepulcral entrecortado por los agudos silbidos de los disparos.
No tengo muchas opciones para salir de ésta, así que con mi mano izquierda sujeto la bolsa del dinero y me presiono firmemente el costado derecho, donde tengo el fuerte dolor en las costillas. Con la derecha empuño la 9 mm y después de contar hasta tres me levanto y empiezo a correr disparando hacia atrás, apoyando mi arma sobre mi hombro y sin apartar la mirada de la puerta. ¿Parece una locura verdad?, pues lo es porque empiezan a pasarme los disparos de los dos "amigos" por encima de mi cabeza, me agacho lo máximo que puedo intentando no perder velocidad y cuando faltan unos pocos metros para llegar a la puerta uno de los proyectiles que iban dirigidos hacia mi se encuentra con la puerta de cristal haciéndola pedazos creando un ensordecedor ruido. Me protejo la cara con el brazo derecho para evitar los cristales que vuelan sobre mí, como mínimo esto me facilita la huida, y paso sobre los restos de la puerta sin detenerme en dirección a mi coche, un Mustang Convertible del 67 de color rojo. Sí, lo se, no es un coche para pasar desapercibido pero fue el primero que vi y el que pude coger en mi huida inicial, os lo contaré en cuanto haya salido de esta situación, palabra. Nada más pasar los restos de la puerta me doy media vuelta, alzo los brazos en forma de victoria y veo como los dos policías siguen apuntándome con sus armas. Uno tras la barra y el otro ahora se protege detrás de lo que queda del sofá que momentos antes había acribillado con la intención de alcanzarme. A unos metros de mi coche se encuentra el coche de mis "amigos" como si estuviera vigilando el Mustang. Al pasar por al lado le disparo en una de sus ruedas para evitar que me sigan y ganar algo de tiempo, sin esperar más salto al interior de mi coche y salgo pisando a fondo levantando una gran nube de polvo. Una vez tomada la carretera y habiendo dejado a distancia el restaurante me aseguro que no me sigan, reduzco la velocidad he intento relajarme. Miro la aguja de la gasolina y veo que no he de preocuparme, el deposito esta casi lleno, así que conduzco hasta el anochecer...

5 comentarios:

PUCHI dijo...

Me encanta... pero le falta algo, no sabría definirlo, un no sé qué, un personaje, eso es, una chica...

Propongo... se hace de noche, se detiene en un motel, se toma una cerveza en el bar, chico conoce a chica...

Ya lo sé, soy una romántica, no tengo remedio! TAKINYU!

Ignasi Brugarolas Bonet dijo...

Saludos, valiente.
Creo que el ritmo es muy bueno y la narración sigue muy de cerca la acción, como si rodaras con una cámara de mano. Consigues que el lector vea a través de los ojos del protagonista.
Pero (tenía que llegar) pienso que, como has elegido hacerlo en primera persona (subjetivo) deberías añadir algo de lo que tu protagonsita siente, que se note que sufre.
Es muy descriptivo y parece contado por un tercero que viera moverse a tu prota: en algún momento no tienes la sensación de "ser él" (aunque, como te he comentado, la acción la sigues realmente -y de forma muy conseguida- a través de sus ojos).
Me gusta el estilo directo, de verbo y acción, los cuales contrastan con la búsqueda de algún detalle (el empuje del sofá por los impactos es espectacular) que, como recurso, convierten la escena y el personaje en mucho más creíbles. En la vida diaria, las personas pasamos contínuamente y de forma involuntaria -las prisas de la modernidad- de la parte al todo y elevamos el detalle (que es lo que finalmente captamos y retenemos) a categoría de género.Cuando conocemos a alguien, en diez minutos, no retenemos su biografía ni su físico minuciosamente sinó que nos quedamos con algo -y quién sabe qué- por lo que la recordaremos: un peinado, una peca, un olor insoportable o una manera de hablar peculiar. Tu protagonsita no recordará el color del sofá pero sí la fuerza que éste ejercía, a cada balazo, sobre su cuerpo entumecido.
Creo que el autor, como haces tú, no debe describir a los personajes sinó que éstos se deben ir definiendo (mostrándose) en sus acciones y opiniones de tal suerte que el lector vaya "conociendo" a esa persona como conoce a sus semejantes en la vida misma, por lo que hacen y dicen.
La transición entre lo que está viviendo y lo que recuerda de antes debería ser más marcada y probaría utilizando el pluscuamperfecto ("Tampoco había tenido mucho tiempo,....") puesto que hace referencia a una acción terminada y quizá lo alternaría con algún tiro que devolviese al protagonsita (y al lector) a la escena del presente.
Cuando queramos hacer cambios sobre textos ya entrados, creo que deberíamos hacerlo como entradas independientes y marcar la versión definitiva en el título. Eso nos permitirá seguir realmente, las "versiones" de cada relato.
Nos prometimos sinceridad y la he aplicado, sin escrúpulos.
Estoy impaciente por leer el resto de capítulos.
Gracias por hacer posible este juego tan enriquecedor.

Ignasi Brugarolas Bonet dijo...

Segunda relectura y una duda:
al principio, cuando tu prota est� detr�s del sof� narras en pasado pero al final, antes de escapar, utilizas el presente.�Corresponden a momento distintos?
Besos de tu fan n�m.1 (perd� Puchi) de tu fan n�m. 2.

Xavier Carrillo Verdés dijo...

En cuanto al tiempo, intento conseguir lo siguiente:



Tú (el lector) entras en escena cuando el prota se encuentra detrás de un sofá. Éste ha sufrido disparos, ha analizado las posibles salidas, y además nos pone al corriente de cómo ha llegado hasta encontrarse en este punto. Esta parte abarca desde el inicio hasta el penúltimo párrafo "Entonces sí que la situación empezaba a ser crítica. En dos segundos analicé la situación para decidir que debía hacer..."

El último párrafo, de "Teniendo en cuenta donde me encuentro en estos momentos[…]" hasta "[…] el deposito esta casi lleno, así que conduzco hasta el anochecer..." vuelvo a estar contigo (el lector) y me acompaña a partir de ahora.

¿Se me ha escapado algo? ¿No queda suficientemente claro el antes y el ahora?

Aunque no lo hice de modo consciente, es lo que nos encontraremos en los siguientes capítulos, ya que iremos al pasado y volveremos al presente de manera alternativa en función de cada capítulo (digamos que en ese sentido me adelanté a "Lost").



Sobre tu primera lectura.



"Creo que el ritmo es muy bueno y la narración sigue muy de cerca la acción, como si rodaras con una cámara de mano. Consigues que el lector vea a través de los ojos del protagonista."



Es lo que intento conseguir haciendo que el propio protagonista sea quien nos descubra la historia. Quiero que el lector se encuentre al lado del protagonista, que lo acompañe en su aventura lo más cerca posible.



"Pero (tenía que llegar) pienso que, como has elegido hacerlo en primera persona (subjetivo) deberías añadir algo de lo que tu protagonista siente, que se note que sufre."



Sí, podría remarcar ese golpe en las costillas con algo de dolor. ¿A eso te refieres, algo físico?



"Es muy descriptivo y parece contado por un tercero que viera moverse a tu prota: en algún momento no tienes la sensación de "ser él" (aunque, como te he comentado, la acción la sigues realmente -y de forma muy conseguida- a través de sus ojos).
Me gusta el estilo directo, de verbo y acción, los cuales contrastan con la búsqueda de algún detalle (el empuje del sofá por los impactos es espectacular) que, como recurso, convierten la escena y el personaje en mucho más creíbles."



Como te he indicado un poco más arriba, lo que pretendo es acercar al lector lo máximo posible al protagonista. Pero también me gustó la idea de que el protagonista se dirigiera al lector en alguna ocasión como si le estuviese explicando directamente la historia. No sé si es por eso que dices "en algún momento no tienes la sensación de ser él".

En si, es el prota quien nos pone al corriente de porqué ha llegado a dicha situación, con lo que ya no podemos ser él. El ejemplo más claro es cuando nos contesta a una supuesta pregunta nuestra…" ¿Que como llegué detrás del sofá?"

En conclusión, intento que el lector corra junto al prota y que el prota interactúe con el lector. Si el prota me habla… le doy vida.

Sobre el detalle del "empuje del sofá" estoy totalmente de acuerdo contigo. Intenté situar el lector al lado del prota, con la espalda apoyada en el sofá. Me salió un detalle simple, pero una sensación sencilla de percibir que lo situaría en el lugar.



"Creo que el autor, como haces tú, no debe describir a los personajes sino que éstos se deben ir definiendo (mostrándose) en sus acciones y opiniones de tal suerte que el lector vaya "conociendo" a esa persona como conoce a sus semejantes en la vida misma, por lo que hacen y dicen."



Vuelvo a opinar como tú. Si yo describo directamente como es mi personaje, estoy dibujando a alguien sobre un cartón…es teoría. Estoy presentando algo que has de creerte que es como digo. Es mejor que lo veas tu mismo y lo vayas descubriendo. Gana en credibilidad. (Me encanta… porque en próximos capítulos con la vida del prota hago que el lector se haga una idea de su personalidad)



"La transición entre lo que está viviendo y lo que recuerda de antes debería ser más marcada y probaría utilizando el pluscuamperfecto ("Tampoco había tenido mucho tiempo,....") puesto que hace referencia a una acción terminada y quizá lo alternaría con algún tiro que devolviese al protagonista (y al lector) a la escena del presente."



Esto es lo que me remarcabas en tu segunda relectura, ¿no? Puede que no quede muy claro en que tiempo de la historia se encuentra el lector, ¿no?

¿Harías uso del tiempo pluscuamperfecto en algún momento puntual o en su mayoría?




Después de leerlo,

¿Te ha mantenido la atención todo el rato?

¿Qué preguntas te haces sobre la historia?

¿Algo te ha parecido fuera de lugar?

¿Que objetos recuerdas?

¿Te preocupa más saber el antes o el ahora?

Ignasi Brugarolas Bonet dijo...

Buenas noches, chavalín!

Queda clara la estructura ahora-antes-ahora pero creo que yo hubiera utilizado el presente-pret.perfecto-presente (o pasado-plusc-pasado, como te decía ayer), como por ejemplo:

"estoy escribiendo este texto agachado detrás del sofá, que me empuja a cada balazo que recibe (es plagio, pero tenia ganas de utilizarlo algún día). Y eso que al llegar he colgado la chaqueta y me he duchado tranquilamente, sin notar la presencia de un extraño. Ahora estoy desnudo, detrás del sofá buscando una salida"

Sí, me refiero algo físico, que no parezca que lo tiene todo tan calculado y controlado, que no es tan frío como para contar los metros hasta la salida y no reconoce l dolor, el miedo o el sufrimiento.

Insisto, después de una cuarta relectura por segunda vez (van 10): el ritmo es brutal, muy moderno. Parece un videojuego, un guión de cine, pura adrenalina, y es así como creo que hay que contar las cosas hoy, pues es así como las vivimos (la tele, internet, el cine, los videoclips, son la pura eficacia descriptiva: lo imprescindible y a quinientos por hora). Qué más dará como era el perro de la señorita, a no ser que el color de ese perro nos diga algo de la señorita. En caso contrario, con decir que va con un perrito es suficiente.

Mantienes la atención del lector perfectamente, pues no se pierde y lo vive intensamente. No te pierdes en descipciones ambientales ni superficiales sinó en aquello imprescindible para que el lector pueda situarse en la escena.

Me pregunto: Quién es, como ha llegado hasta allí, por cuanto me vendería el mustang rojo, qué siente el personaje, qué razones tiene para hacer lo que hace, como se autojustifica en sus acciones, si ha matado a alguien, si tienen familia, como va a rehacer su vida, si va a ser un heroe afortunado o un antiheroe perdedor. Y me pregunto si la historia va a ser creíble (un tío de carne y hueso metido en líos verosímiles con reacciones verosímiles y con consecuencias verosímiles, como parece que pinta) o va a parecer una peli americana llena de tópicos, casualidades y carambolas irreales (mil tiros que no hieren, coches que explotan, mujeres guapas que se cruzan con el prota en el peor momento, etc.)

Recuedo la mesa junto a la puerta, con la familia que sale y se encuentra a los polis, los billetes, el sofá cosido a balazos, la puerta hecha pedazos por los disparos del poli, el mustang rojo.


Ya me dirás.

Un beso y otro enorme para la crack de tu novia.